Se trata de poner hacia afuera los diálogos internos que nos generan ciertas frases, que por algún motivo se han grabado en nuestra cabeza y allí están generando ruido para potenciarnos, abatirnos o preguntarnos ¿por qué se me quedó tan grabado en este momento de mi vida?

Las palabras determinan cómo pensamos, sentimos y actuamos, por tanto como en un ejercicio de revisar estantes de libros y cuadernos, a ver qué fuí coleccionando, aquí vamos a decir en voz alta lo que nos hacen sentir aquello que grabamos.

Sin dramas, ni culpables vamos a cuestionarlo todo (incluyendo nuestra propia cordura) una frase a la vez, para analizarlas, resignificarlas y decidir qué hacer con ellas.

Escuchalo en: